
El diario de Casa Blanca “Al- Massae” fue el que difundió la noticia, sin embargo, su suicidio y las causas que lo propiciaron, a penas ha tenido transcendencia en otros medios informativos de Marruecos.
En España todos los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia, y en un programa televisivo se cuestionaba, si había sido suicidio o asesinato. Es igual, porque Amina ya estaba muerta. Amina comenzó a morir, el día que Mustafá amenazándola con un cuchillo la sacó de su casa y se la llevó al bosque cercano, allí la violó, y a partir de entonces, fue muriéndose un poco cada día.

Los recién casados se fueron vivir a casa de los padres del marido (Mustafá trabajaba en el campo y no tenía recursos económicos para tener su propio hogar) A los ojos de la familia política, ella era la culpable de la agresión sexual sufrida. La trataban mal, casi no le daban de comer, y además, la llamaban sucia y prostituta. Su vida se convirtió en un infierno, estaba obligada a vivir con quien le arrancó la flor de su inocencia, obligada siendo una niña, a comportarse en el lecho como una mujer complaciente con los caprichos de su violador, y sometida a sus insultos y a sus golpes. Desesperada intentó volver a casa sus padres, pero el padre se negó a readmitirla en su hogar. Sin poder asirse a esa tabla de salvación ¿Qué podía hacer para acabar con su suplicio? Si la vida para ella era una muerte continua, ¿por qué no hacer de la muerte el reposo de su vida?
El matarratas fue el vehículo utilizado por Amina para ese viaje sin retorno, pero en el taxi que la llevaba hacia hospital de Larache, cuando el dolor roía sus entrañas y no podía contener los gritos, aún tuvo que soportar las quejas y los insultos de su verdugo, antes de traspasar la frontera de la vida.

En este país la modernidad ha pasado de largo, sólo se nota que ha entrado el siglo XXI en los tejados repletos de antenas parabólicas, y en los jóvenes que casi todos tienen teléfonos móviles.

Y si en ese campo labrado para ellos florecen tiernos capullos, y les apetece, pueden arrancarlos de cuajo de la planta, y tocarlos, y deshojarlos… no importa que se marchiten, no importa que se mueran antes de llegar a la flor de la vida.
Amalia Díaz
15 de marzo
Triste y cruel la noticia. Maravilloso el relato. ¿Alianza de civilizaciones?
ResponderEliminarComo no hubo un Renacimiento no pudo haber una Ilustración. La Diosa Razón no pudo ocupar la peana. La medievalización continúa. Es una manifestación del "derecho de pernada". La Religión la justifica. La Razón lo rechazaría, pero como la Razón está ausente en sus vidas y en su sociedad...
Y, para más INRI, toman la tecnología, producto de la Razón.
Sólo desde el laicismo es posible la Ética (nada que ver con ninguna moral, y menos con la moral religiosa, y menos con la religiosa islámica)
Como siempre un maravilloso relato sobre un terrible acontecimiento. !Que lejos estamos aún de la igualdad entre hombres y mujeres¡ ¿Hasta cuando tanta barbarie e injusticia?
ResponderEliminarPerchelero