
Más de pronto ¡OH! no puedo salir de mi asombro, me encuentro metida en una de ellas, es hermosísima, nacarada, de tonos rosados y verdosos, se eleva despacio, no me explico como, pero yo, voy dentro de ella.
Veo como se van quedando allí abajo todas las cosas que me habían sido familiares hasta ahora, no me importa, una vida nueva comienza, una vida de ilusión y fantasía.

Los niños juegan en las calles, sin miedo a ser atropellados por algún vehiculo los maridos maltratadores han desparecido, no hay agresividad por ninguna parte, los hombres tienen tiempo para jugar con sus hijos y las abuelas cuentan historias a los nietos y les enseñan a ver crecer las flores, cultivarlas y a respetarlas, igualmente los abuelos estan felices enseñando la gran lección de la vida, como criar a los animales y, sobre todo, a cuidar de la naturaleza, principios básicos para respetarnos unos a otros, las familias están unidas y se quieren.
La pompa sigue su camino y veo una playa de aguas limpias, cristalinas, y arenas suaves como la seda, inmaculadas. Los barcos van a vela para no contaminar y por supuesto no veo ninguna patera.

Hay extensos bosques verdes y frondosos, por los que corren con libertad multitud de animales, hermosos ríos donde al atardecer llegan todos estos animalitos a beber en sus limpias aguas. Allí no se sabe lo que son los incendios.
Una fuente de la que mana un agua que hace las delicias de unas pequeñas ninfas que viven en ella, allí se bañan y juegan con los duendes que casualmente tambien habitan en el bosque cercano, hasta esa fuente llegan de todo el mundo unas bellísimas mariposas que en ella se posan, y aunque cansadas de tanto viajar, disfrutan enormemente con las ninfas, invisibles al hombre, a las cuales visten con sus alas tornasoladas, libélulas de todos los colores revolotean por allí, flores de una gran variedad perfuman el ambiente, y los duendes juguetones hacen las delicias de todos los habitantes de la fuente mágica, aunque a veces con sus travesuras les hacen perder la paciencia, ya se sabe como son los duendes.

Recorro el mundo, contemplo las autenticas maravillas que tenemos. Mis pequeñas no corren ningún peligro, no hay grandes riesgos, disfrutan, ríen y juegan a las casitas con las muñecas, a las canicas, al diábolo, a los cromos, al guiso, conocen las estrellas por sus nombres, escuchan los cuentos que otras personas mayores les cuentan, cantan canciones infantiles, bailan los bailes de siempre, los de toda la vida, improvisan sus juguetes, y saben soñar.

Cuando se van a dormir siempre les digo “soñar con los angelitos “te dan un beso y esperan el tuyo.
Estaba contemplando ese mundo cuando de pronto. ¡Horror! un viento huracanado arrastra mi pompa y… alguien me toca en el hombro.
Despierta, despierta, te has quedado dormida, el frío del otoño entra por la ventana y te vas a enfriar.
Abrí los ojos, mire a mi alrededor, y pude comprobar que todo, había sido un sueño.
Mª Eugenia Pereiro Barbero
Malaga 20 de Agosto de 2005
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